Esta es una de las tecnologías que más implantación están teniendo en los últimos años. Es una forma de calentar agua usando un recurso natural tan abundante como es el sol.
Cuando te planteas instalarlo es habitual hacerse preguntas como: ¿y qué pasa si un día no hay sol? ¿Solo es para calentar el agua de la ducha y los grifos? ¿Hay que hacer obras? Etc.
Estas instalaciones disponen de un depósito que acumula el agua y la mantiene a temperatura siendo muy eficientes, Si hay varios días sin sol y el agua se gasta, dispone de un calentador eléctrico como apoyo para que nunca te quedes sin agua caliente.
Esta tecnología tiene aún más aplicaciones, por ejemplo, es usada para climatizar piscinas o para calentar la casa con radiadores o suelo radiante. Imagina que confortable puede llegar a ser tu casa.
Para este tipo de instalaciones no es necesario realizar engorrosas obras. Los instaladores montan las nuevas tuberías en superficie buscando siempre la solución más estética.